viernes, 24 de abril de 2009

Millonaria eliminación



Muchos hinchas de River antes del partido ya estaban pensando la cantidad de goles que iba a tener que hacer su equipo en el Monumental y hasta vivieron con intensidad el empate entre San Martín de Porres y Nacional de Montevideo, sufriéndolo como si fuera propio y sabiendo que el resultado los afectaba directamente; pero por lo visto se olvidaron que todavía dependían de ellos, que tenían que disputar un encuentro y que enfrente tenían un equipo de fútbol, Nacional de Paraguay, con el plus de que éste ya estaba eliminado del torneo, por lo tanto iba a jugar sin obligaciones pero al mismo tiempo sin presiones.



Néstor Gorosito paró un equipo claramente ofensivo en tierras paraguayas. Comenzó el partido con tres en el fondo: Gerlo, Cabral y Sánchez, Ahumada y Domingo de doble cinco, Ferrari y Sambueza por las bandas, Buonanotte de enganche y arriba, Falcao y Fabbiani. El conjunto millonario intentó ir para adelante, atacando pero sin ideas, en ningún momento logró jugar bien al fútbol, a pesar de que generó bastantes situaciones de peligro en el arco defendido por el guardameta argentino Ignacio Don. Cristian Fabbiani fue el protagonista de los ataques del equipo de Gorosito, pero aunque se lo vio con mucha más convicción que en otros partidos, el centrodelantero se pasó la noche fallando goles. La jugada del penal, previa al primer gol del conjunto de Nuñez, fue su única intervención productiva en el partido: mientras iba en busca de la pelota, un defensor guaraní le rozó la cara con el botín en su afán por despejar el balón, él se arrojó al suelo simulando haber recibido una patada y el árbitro sin dudarlo cobró la falta. Falcao fue el ejecutor y no falló. Cinco minutos después, a causa de un penal también muy discutido, el equipo paraguayo igualó el marcador.


Luego del entretiempo, River salió a la cancha muy nervioso, al minuto 58, Diego Buonanotte se hizo expulsar infantilmente por una dura entrada sobre Rivero. A partir de ahí, el equipo se desarmó completamente, ingresó Rosales por Cabral, razón por la cual quedaron sólo dos jugadores en la última línea millonaria y entró tambien Gallardo (por Sambueza, minuto 69) que fue el autor del descuento con un golazo de tiro libre que sólo sirvió para decorar el marcador ya que el partido a esa altura estaba 4 a 1. Los paraguayos habían sabido aprovechar las oportunidades que se les presentaron y habían liquidado el marcador hacía ya unos minutos. El 4 a 2 final condenó al team argento a volver a Buenos Aires con las manos vacías y con la frustración de, una vez más, haber quedado eliminado en la primera ronda del torneo (igual que en 2007).


Ya son trece los años sin Libertadores para River, y cada año que pasa la obsesión por la copa es aún mayor y la presión aumenta para con los jugadores y el cuerpo técnico de turno.¿Y los dirigentes? Parece ser que éstos seres que aman con locura al club no se dan cuenta, no sienten esa presión, ni les importa demasiado el hecho de que alguna vez el club de sus amores vuelva a ganar un torneo importante a nivel internacional, no les interesa que su máximo rival sea siempre candidato y animador de los torneos importantes, porque sino, sin duda alguna, hubieran dado un paso al costado hace ya muchos años.

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